En horas de la tarde del pasado sábado 6 de agosto, falleció en La Habana , a los 78 años de edad, el cantante y compositor IBRAHIM FERRER, quien es, sin dudas, una de las más genuinas voces de la tradición musical cubana. El poblado de San Luis, en Santiago de Cuba, le vio nacer el 20 de febrero de 1927; tempranamente queda huérfano, y siendo aún un adolescente, en 1941, comienza a cantar en varias agrupaciones de su ciudad natal como los Conjuntos Wilson, Maravilla Beltrán y Sorpresa. A inicios de los años 50 del siglo pasado se une a Pacho Alonso; trabaja ocasionalmente con la Banda de Benny Moré, y luego se inserta en la legendaria Orquesta de Chepín-Choven alcanzando gran fama con la interpretación de temas que se convirtieron en clásicos, como "El platanal de Bartolo" y "La chica granizado". Hacia finales de esa misma década vuelve como cantante principal a la agrupación de su entrañable amigo Pacho Alonso, con la cual se radica en La Habana. En los años setenta la orquesta de Pacho, conocida como Los Bocucos, populariza un nuevo ritmo llamado Pilón que causó furor en esa época. Con ellos Ibrahim permaneció por más de dos décadas y existen magníficos discos de ese período, como Tierra caliente y Todavía me queda voz. En las postrimerías de los años ochenta decide retirarse de los escenarios musicales, hasta que a la edad de 70 años es llamado por el músico cubano Juan de Marcos González, para grabar el disco A toda Cuba le gusta con la orquesta Afro Cuban All Star. Así se produce, a partir del año 1997, su triunfal retorno a la palestra internacional, que se corroboró ese mismo año con su participación en el CD Buena Vista Social Club, un exitoso compendio de la mejor de la música cubana de los años 40 y 50 que aglutinó a figuras como Compay Segundo, Omara Portuondo, y Rubén González, a partir de la idea de Juan de Marcos, con el auspicio del productor inglés Nick Gold y el guitarrista estadounidense Ry Cooder. En 1998 este disco, editado por el sello World Circuit, se alzó con un premio Grammy y logró niveles de venta sin precedentes para la música tradicional cubana, mientras que la película realizada por Wim Wenders fue nominada al Oscar. En el álbum aparece un tema de la autoría de Ibrahim, el famoso De Camino a la Vereda, compuesto en los años 50, y el talentoso cantante interpreta también la mayoría de los sones, guarachas y boleros que lo integran. Alcanzado tal éxito, nace en 1999 el álbum Buena Vista Social Club presenta a Ibrahim Ferrer, su primer disco en solitario, en el que da muestras de virtuosismo en todos los géneros de la música cubana. Su segundo CD, Buenos Hermanos, se hizo acreedor de un Grammy al mejor álbum de música tradicional, y el repertorio escogido incluyó temas de la autoría de Ferrer como Hay que entrarle a palos a ese y Boquiñeñe. Durante todo este tiempo, el carismático cantante cubano realizó innumerables giras por todo el mundo, últimamente acompañado de su grupo, conformado por músicos de primera línea pertenecientes a varias generaciones, entre los que se encuentran los prestigiosos Manuel Galbán, Guajiro Mirabal, Demetrio Muñiz, Orlando Cachaíto López, Javier Zalba, Jesús Aguaje Ramos, Ángel Terry y el joven Roberto Fonseca. Las salas más prestigiosas del mundo, recibieron a Ibrahim abarrotadas de seguidores que aclamaron delirantemente al septuagenario cubano, a quien jamás la fama le impidió seguir siendo jovial, alegre, sencillo y humilde. El 3 de agosto pasado regresó Ibrahim a su Isla de Cuba, tras realizar una amplia gira de más de un mes por varios países de Europa, promoviendo un repertorio de grandes boleros que fue acogido con gran entusiasmo por el público del viejo continente, el mismo que formará parte del disco Mi sueño - A Bolero Song Book que debe salir al mercado en el 2006. Con este trabajo Ibrahim hizo realidad uno de sus más grandes deseos: cantar lo denominó como el "género de los sentimientos". Manuel Galbán,brillante músico y entrañable compañero de Ferrer, relató emocionado que Ibrahim se sintió mal en uno de los conciertos finales de la temporada; antes del último tema parecía desmayarse, abandonó la pista, sacó fuerzas de nuevo, y volvió al escenario para interpretar magistralmente el bolero Dos Gardenias y concluir la presentación, dando muestras de respeto absoluto al público. El lunes 8 de agosto, la multitud le prodigó en La Habana un hasta siempre; músicos, artistas de diversas manifestaciones culturales, admiradores, familiares y amigos, despidieron a Ibrahim mientras se escuchaba en su voz la grabación del bolero Mil congojas. Para saber mas , escuchar y descargar la musica de este artista haz clic aqui
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