Pianista y compositor.
Este joven y virtuoso pianista es hijo del famoso tresero cubano Pancho Amat, y además de haber heredado la savia musical de su padre, puede afirmarse que es un descendiente de la mejor tradición pianística de su país, porque su quehacer evoca a intérpretes imprescindibles del instrumento como Lilí Martínez, Rubén González y Chucho Valdés.
Sus dotes interpretativas se manifiestan en diversos géneros musicales como el jazz latino, el danzón, el son, el changüí y muchos otros.
Daniel ha incursionado como figura invitada en la grabación de varios fonogramas, entre los que destaca el CD ?De San Antonio a Maisí?, de Pancho Amat, añadiendo con su piano un color diferente a la magnífica colección de sones tradicionales y contemporáneos que este disco atesora.
En el año 2003, realiza su primera producción discográfica para el sello cubano Colibrí, titulada ?El piano que llevo dentro?, fonograma en el que incluye algunos t
emas clásicos como ?Los tres golpes?, ?El guararey de pastora? y ?Bilongo?, aunque en su mayoría el álbum está compuesto por verdaderas joyas de su propia autoría, entre las que se encuentran ?Lejanía?, ?Tumbao del feo?, ?Una vasca en Camaguey? y ?Chachachá comprensivo?. El disco cuenta con invitados de lujo como el saxofonista Javier Zalba, el maestro de la percusión Tata Güines, Changuito en los timbales, José Francisco Amat (hermano de Daniel) en el bajo y Pancho Amat en el Tres.
El conocido pianista cubano Ulises Hernández, también invitado a participar en este disco, manifestó que la primera propuesta discográfica de Daniel Amat ?? recoge la madurez de un joven pianista, quien no por joven tiene un poco mundo de vivencias musicales? Bebiendo de manera muy personal en la herencia de los grandes del piano cubano, cito a: Lilí Martínez, Rubén González, Rubalcaba, Chucho y otros, Daniel transita por los géneros de la música cubana rural y urbana, con todo el respeto a la tradición, como buen conocedor de las fuentes de origen y con la frescura y contemporaneidad del joven que es?.
Daniel Amat mantiene vivo el sonido de descarga a través del cual es capaz de hacer confluir la música más tradicional de su país con el jazz latino, emanando originalidad y cubanía.
