El mundo reverenció otra vez a la música cubana cuando la UNESCO declaró, por estos días, al "punto guajiro" o "punto cubano" como patrimonio cultural inmaterial.
El punto cubano está entre lo más criollo y sabroso del amplio espectro musical de la isla. Tal expresión poética, basada en décimas improvisadas y en las cuerdas de la guitarra, tiene piezas tan contagiosas y letras picantes como los propios cubanos.
Ese género le canta a todo, a la alegría y a la tristeza. Es, además, un arma punzante para la controversia. Quien no haya disfrutado de una buena pelea cantada entre repentistas o de la increíble voz de la gran Celina González, no demore en hacerlo
Como bien destaca el jurado mundial que acaba de distinguir al género, el punto cubano es un tesoro cultural que se trasmite de forma oral de generación en generación. Es algo espontáneo, aunque hace algún tiempo también se enseña en Casas de Cultura en algunas comunidades de la isla.
Para sentir de verdad el tremendo sabor del punto guajiro hay que escuchar sus tonadas. Escuchar la intensidad de la guitarra acompañando a los poetas campesinos. Disfrutar de las voces potentes y cristalinas que vienen del campo.
Cubamusic.com le sugiere varias joyas de la música campesina presentes en su catálogo, muy fáciles de conseguir en su apartado de música tradicional. En especial, los discos "Entre dos aguas" y "Refúgiate en mi" de la nueva reina de la música campesina María Victoria Rodríguez. Por supuesto también el disco "Santa Bárbara" de la reina histórica de la música campesina doña Celina González. Enhorabuena para "el punto cubano", un tesoro de Cuba. Honor a quien honor merece.
