Compositor e intérprete.
Nacido en La Habana, Cuba, el 29 de marzo de 1962, es uno de los creadores más representativos de la nueva generación de músicos cubanos al poseer una encomiable fuerza interpretativa, unida al profundo contenido de sus canciones y a su gran musicalidad.
Creció escuchando a su hermano Vicente Feliú, a Silvio Rodríguez, a Pablo Milanés, a la Nueva Trova que se estaba gestando por aquellos tiempos. A los ocho años ya tomó la guitarra, a los 14 comenzó a componer los primeros temas y en 1980 gana el Concurso de Composición de la Televisión Cubana con el tema ?Para Bárbara?, entonado en esa ocasión por Silvio Rodríguez.
Otras influencias habían ido sumándose en este viaje: la antigua música inglesa, el barroco, el folk, lo mejor de Brasil, alguna música argentina que llegaba a Cuba y finalmente el rock. Y, casi sin que nadie le enseñara (?quien se tomaría el trabajo difícil de enseñarle a un zurdo que toca la guitarra al revés sin virar sus cu
erdas?) este enorme intuitivo de la música y el canto fue, poco a poco, alzándose en su propio vuelo diferente y original, hasta convertirse hoy en una expresión cabal de su generación.
Desde los 16 años se integró al Movimiento de la Nueva Trova, participando en una gran cantidad de festivales y jornadas de la nueva canción realizados en Cuba y en países de América y Europa. Se ha presentado en escena junto a Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Joan Manuel Serrat, Luis Eduardo Aute, Daniel Viglietti, Fito Páez, Juan Carlos Baglietto, León Gieco y a los trovadores cubanos contemporáneos con él como Gerardo Alfonso, Carlos Varela y muchos otros intérpretes.
Feliú editó en Argentina su primer disco ?Vida?, síntesis de un período compositivo que va desde 1978 hasta 1984; este disco, grabado por la CBS, fue lanzado al mercado con un buen record de ventas en los países latinoamericanos, y luego se sumaron ?Trovadores? grabado en vivo en el Palladium, Buenos Aires, con la participación de Juan Carlos Baglietto, Fito Páez y León Gieco (CBS, 1988), ?Para mañana? (Poligram, 1988), ?Náuseas de fin de siglo? (EGREM, 1991) y otros.
A Santiago Feliú, las canciones le siguen saliendo ?en cubano?, aunque no se predisponga a elaborarlas en ritmo de son o guaracha, porque ha ido incorporando timbres y matices contemporáneos a su música y a su particular forma de interpretación. Su poesía, sin embargo, trasciende las fronteras, pues en ella se reflejan las vivencias y las preocupaciones de los jóvenes: el amor, la pareja, la lucha por la paz, las dudas sobre el futuro y la decisión de preservar la esperanza y los sueños, terminan por convertirse en las canciones de Santiago, en un código común y universal.
Con una formación autodidacta es un de los trovadores que reúne en sus actuaciones a un mayor número de aficionados.
