Una carta de Diego Velázquez, fechada el 1ro. de abril de 1514, da cuenta de la existencia de San Salvador de Bayamo. Considerada el Crisol de la Nacionalidad Cubana, fue aquí donde se inició el camino de las luchas libertadoras cubanas.
Capital de la Provincia Granma, al suroeste de Oriente, exactamente 73 kilómetros al sur de Holguín, posee unos cien sitios históricos de relevancia, y la provincia a la que pertenece el 48 % del total que tiene el país.
Al llegar a su centro, de arquitectura marcadamente colonial, encontraremos la torre única de la Parroquial Mayor, de 28 metros de altura, y fue en la plaza que la rodea desde donde –el 20 de octubre de 1868- se entonó por vez primera el Himno Nacional de Cuba. Vinculada históricamente a la iglesia, esta plaza pública constituye una de las más importantes de la Ciudad y se encuentra flanqueada por construcciones del siglo XIX.
En Bayamo se ubica la Casa Natal de Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, la única casa colonial de dos niveles existente en la Ciudad.
Cuna de la Trova Tradicional Cubana, encontraremos allí la Sala de Conciertos José Joaquín Palma, en la antigua Iglesia de la Luz, lugar donde se cantó, el 27 de marzo de 1851 por el tenor Carlos Pérez, la primera canción cubana conocida como La Bayamesa, con letra de José Fornaris y Carlos Manuel de Céspedes y música de Francisco del Castillo.
Uno de los lugares emblemáticos de Bayamo es su Casa de la Trova, ubicada en una de las pocas casas del siglo XVIII que se conservan en esa ciudad y en cuyo patio cantan sus melodías viejos trovadores con guitarra de cajón, seguidores de Sindo Garay y del Trío Matamoros, y admiradores de su más joven coterráneo, Pablo Milanés.