Es la capital cubana. En su ámbito caribeño insular es una megaciudad de más de dos millones de habitantes que tuvo su origen en el año 1514, primero hacia el sur, en el margen izquierdo del Puerto de Carenas, en las inmediaciones de Batabanó; posteriormente hacia el norte, en la desembocadura del Río Casiguaguas, según los aborígenes nativos, o Almendares, según los españoles. Sin embargo, la fecha exacta de su fundación por Diego Velásquez aparece de forma imprecisa, por lo que se ha tomado como tal la del día en que se efectuó la misa para bendecir la decisión de su último traslado, el 16 de Noviembre de 1519. Según la tradición, aquel acto tuvo lugar bajo una Ceiba, donde, en 1828, se construyó un Templete conmemorativo, en cuyo interior posee dos lienzos del pintor Juan Bautista Vermay que representa la referida ceremonia, y un tercer lienzo que representa el acto de inauguración de este edificio, primer monumento civil de Cuba.
Muy modestos fueron los orígenes de San Cristóbal de La Habana; apenas unas chozas para sus primeros pobladores, una iglesia y un descampado a modo de plaza, para reunirse en público. Su crecimiento comenzó hacia 1556 cuando se declaró como puerto principal de escala para el trasiego marino entre el Nuevo Mundo y España; entonces la villa ganó importancia y aceleró notablemente su desarrollo. Comenzó allí el asentamiento de colonos acaudalados, jefes militares, y se fue convirtiendo poco a poco en una ciudad colonial, nombrada capital en el año 1592, emporio del comercio en el Mediterráneo americano.
Hacia mediados del siglo XIX la capital cubana contaba con unos 150 moradores y su área urbanizada rondaba las 600 hectáreas. Eran momentos de efervescencia y progreso. Comenzaron a adoquinarse las calles y la gente empezó a disfrutar de las noches y de la cultura despuntado personalidades relevantes. Se abrieron aulas universitarias y aparecieron múltiples sociedades de distintas orientaciones, entre las cuales se destacó la Sociedad Económica de Amigos del País, que mucho trabajó por la prosperidad de Cuba.
De aquella monumental obra sobrevive hoy el cañonazo de las nueve de la noche, como una tradición, que detona todos los días desde el Castillo de La Cabaña. Sus grandes construcciones coloniales han pasado a convertirse en museos importantes por donde se pasea la historia y la cultura cubanas.
Actualmente la ciudad abarca un área de 732 kilómetros cuadrados. Posee 15 municipios y más de dos millones de habitantes. Es aquí donde radican el gobierno central del país y sus más importantes instituciones; funcionan interesantes museos, universidades, teatros y centros de cultura. Es “la ciudad de las columnas”, como la definiera Alejo Carpentier; la de las fortalezas que la han escoltado a través de varios siglos; la de la Catedral donde mejor evolucionó el estilo Barroco en el Nuevo Mundo. Tiene muchos encantos y misterios y su centro histórico es Patrimonio de la Humanidad, y así vive hoy con su esencia humanista y marinera.
